Cuando un bebé nace, deja atrás un mundo seguro, cálido y contenido: el útero. Por eso, esos primeros días son tan importantes para su adaptación al nuevo entorno. El Topponcino es un colchón especialmente diseñado para acompañar esa transición de manera suave y amorosa.
Este pequeño colchón se convierte en su primer espacio fuera del vientre materno, brindando contención, suavidad y una temperatura constante. Le permite al bebé sentirse sostenido y seguro, manteniéndolo en una posición similar a la fetal, y ayudando a moverlo con delicadeza sin interrumpir su calma.
Además, es un regalo ideal para dar —o darse— antes del nacimiento. Tenerlo con tiempo permite que los padres lo impregnen con su olor, lo que aporta una sensación de familiaridad y tranquilidad desde el primer día.
Usarlo con frecuencia refuerza el vínculo y el apego, y le da al bebé una sensación de continuidad: puede dormir siempre en su mismo lugar, incluso cuando están fuera de casa.
Un detalle simple, pero lleno de amor y contención.
¿Cómo usar el Topponcino?
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Desde el primer día: Usalo desde el nacimiento para que el bebé lo reconozca como su espacio seguro.
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Cargalo con tu aroma: Dormilo unos días contigo antes de que nazca, así absorbe tu olor y lo reconforta desde el inicio.
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Para moverlo con suavidad: Ideal para pasarlo de un ambiente a otro sin despertarlo ni sobresaltarlo.
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Durante la lactancia o las visitas: Facilita que otras personas lo sostengan sin que pierda esa sensación de familiaridad.
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También fuera de casa: Llévalo a todos lados: visitas, paseos o viajes. Así, el bebé siempre duerme en su lugar conocido.
Beneficios del Topponcino
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Acompaña la transición del útero al mundo.
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Brinda contención física y emocional.
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Fortalece el vínculo y el apego.
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Promueve un descanso más tranquilo.
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Es práctico, liviano y fácil de trasladar.
El Topponcino no es solo un colchón: es el primer nido del bebé, hecho de suavidad, seguridad y amor.
Las Floritas.